La matanza de delfines en Taiji

El agua se tiñé de rojo por la sangre

Una flota de seis barcos cercaron a primera hora de la mañana a una veintena de delfines, que fueron conducidos a las redes instaladas en una de las bahías de la costa cercana a esta localidad de la provincia oriental de Wakayama.

Los pescadores de Taiji continuarán con su caza hasta la próxima primavera bajo los límites fijados por el Gobierno japonés, ya que el tipo de cetáceos que se capturan en esta zona no está bajo supervisión de la Comisión Ballenera Internacional.

En este primer día de la temporada no se informó de protestas contra la tradicional caza de delfines en Taiji, un pueblo de 3.500 habitantes que ha estado en el centro de la polémica en todo el mundo a raíz del documental "The Cove", ganador del Oscar en 2009.

Si embargo, en Tokio, Richard O'Barry, activista y ex entrenador de delfines en la famosa serie "Flipper", visitó hoy la Embajada de Estados Unidos para hacer entrega al personal de la legación de 1,7 millones de firmas, recogidas en internet, a favor de que se ponga fin a la caza de delfines.

O'Barry, que está en Japón acompañado de unos 60 activistas, dijo que esta caza es cruel y no puede ser considerada como parte de la cultura de Taiji.

El documental "The Cove", dirigido por Louie Psihoyos, ha mostrado desde su estreno en 2009 cómo los barcos pesqueros aturden a los delfines y los conducen a bahías de la accidentada costa cercana a Taiji para posteriormente sacrificarlos con arpones o capturarlos para su venta.

En julio de este año, y tras las protestas de algunos grupos nacionalistas japonesas, finalmente el documental fue presentado en algunas salas de cine de Japón, aunque su distribución ha sido muy limitada.

La Voz

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1 comentario de lector

  1. soleda cardinale03/09/2010 03:48

    Hola, tambien en FINLANDIA hay una tradicion milenaria donde LOS JOVENES van a la playa a matar DELFINES, esto corresponde a UN RITUAL de ellos, pero LOS JAPONESES son grandes depredadores de los mares sus flotas inclusive llegan a nuestros mares a llevar