Fuego Cruzado no está más al aire

Longobardi y Leuco víctimas del sistema k?

Fuego Cruzado salió al aire como una interesante propuesta periodística independiente, cuando cuestionar al Gobierno se ha vuelto ya casi una rareza. Conducido por Marcelo Longobardi y Alfredo Leuco hace cuatro meses, en el primer programa del ciclo, Longobardi hizo una broma que pareció una denuncia cuando dijo: “¿Cuánto duraremos al aire, Alfredo? La última vez que estuvimos en TV fue debut y despedida”.

Más adelante, con el ciclo en marcha, el mismo Longobardi dijo “el domingo no sé si voy al canal”, ante la difícil situación por la que atravesaba su programa en el canal América. Finalmente, América levantó Fuego Cruzado. Según Alfredo Leuco, el final ocurrió porque Marcelo Longobardi tuvo una indisposición (un bajón de presión) el viernes anterior al último programa de Fuego Cruzado. Cuando estaba internado, los médicos le aconsejaron reducir sus tareas y hacer reposo absoluto, y eso incluyó el programa de TV. Más allá de las prescripciones médicas, Longobardi se había quejado varias veces en pantalla de las presiones de parte del oficialismo contra la línea editorial del programa. Pero el fin de Fuego Cruzado se habría producido –según afirma otra de las versiones que circularon con mucha insistencia- por las presiones de Alberto Fernández y Daniel Hadad. La versión más fuerte y creíble es que Fuego Cruzado fue levantado porque Marcelo Longobardi no podía soportar más las presiones del dueño de AFER 710. (por “Alberto Fernández 710”) “Este es el último programa de Fuego Cruzado", dijo Leuco, justificando de alguna manera las razones de levantar el ciclo, al que dice no haber aceptado seguir conduciéndolo solo sin Marcelo, por razones de salud del también periodista matutino de AFER 710. (Alberto Fernández 710) Las presiones y censuras de contenidos que el Gobierno ejerce sobre los medios y programas que critican la gestión K lograron que el programa Fuego Cruzado, conducido por Marcelo Longobardi y Alfredo Leuco saliera del aire.
La producción del programa había dicho públicamente que desde que el programa empezó, las presiones del Gobierno eran brutales. Otro de los factores que influyeron en la abrupta salida de Fuego Cruzado fue las discrepancias de Roman Lejtamn, director de contenidos de América TV, con Longobardi acerca de los contenidos del programa. Lejtman quería que Fuego...bajara el tono de los temas políticos que trataba. La disputa terminó con la renuncia y un portazo de Longobardi. Para retenerlo intervino el empresario Francisco de Narváez, accionista del canal junto con Daniel Vila y José Luis Manzano. Estos últimos manejan la parte artística de la emisora. Luego Lejtman negó en forma terminante que la discusión hubiera existido y explicó:"Con Longobardi no hablo, sino con Leuco, que es quien produce el programa". Sin dudas, en esta historia falta la voz de Marcelo Longobardi aunque según lo manifestado por el periodista semanas atrás no hace falta ser adivino para saber lo que dirá. El mismo Longobardi había reconocido públicamente las presiones que habría sufrido su programa por su postura crítica hacia el Gobierno. Además el periodista había anticipado que haría una denuncia importante sobre presiones recibidas en su contra, aparentemente de gente vinculada al oficialismo, más precisamente las insistentes críticas a la prensa del presidente, Néstor Kirchner y su mujer Cristina Fernández. Asimismo en la Casa Rosada había un gran malestar en particular por el muñequito que aparecía en el ciclo caricaturizando a la figura del presidente Kirchner, humor que no es el del agrado del Presidente. El alejamiento forzado de los periodistas Marcela Pacheco y Víctor Hugo Morales de Canal 7, por transmitir noticias e informaciones con un alto compromiso y contenido profesional, y el levantamiento de Fuego Cruzado son tan solo el comienzo de un plan sistemático por impedir que salgan al aire periodistas que no piensan como el Gobierno. Decidido a coartar la libertad de expresión en los medios masivos como sea, algunos periodistas no saben si seguirán al frente de sus programas. Otro de los antecedentes del corto ciclo Fuego Cruzado es el senador Jorge Capitanich. El clima del programa se recalentó cuando se habló del polémico tema de los
superpoderes. Posteriormente, los conductores del programa recibieron el pedido expreso de Román Lejtman, responsable del área periodística de “América”, para que Longobardi le pidiera disculpas al senador; pero Longobardi se negó. De allí comenzaron las dudas acerca de la continuidad en el aire de Fuego Cruzado. Aunque la producción del programa siguió trabajando como siempre, las presiones del entorno K a los canales convirtieron seguramente a Fuego Cruzado en otro territorio de negociación. A modo de intercambio de gentilezas, de acceder el Gobierno a pedidos de las emisoras, luego exige que desaparezcan rostros críticos hacia su gestión, tal como ocurrió con Víctor Hugo Morales, desplazado de la manera más aberrante href="http://www.seprin.org/">www.seprin.org -------------------------------
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