Medicina Reproductiva: Preservación de embriones

Antes de someterse a tratamientos contra el cáncer...

Una alternativa para pacientes jóvenes que deben tratarse un cáncer y quieren mantener su posibilidad de ser madres. La criopreservación de embriones no es sólo un término científico. Para muchos, es la solución para poder tener su propio hijo

Se trata de la congelación del embrión que se forma al unirse un óvulo y un espermatozoide y es una técnica que la medicina reproductiva desarrolló como alternativa no sólo para quienes padecen problemas de fertilidad, sino también para pacientes jóvenes que deben someterse a tratamientos contra el cáncer.

En situaciones normales, la formación de un embrión es un proceso que tiene lugar dentro del cuerpo de la mujer luego de una relación sexual. Pero existen múltiples casos en los que es necesario realizar este procedimiento en un laboratorio de alta complejidad, a través de lo que se conoce como fertilización in vitro, para luego congelar esos embriones y guardarlos hasta que la mujer esté en condiciones en embarazarse.

De esta manera, la criopreservación de embriones es una alternativa para mujeres jóvenes que son tratados con quimio o radioterapia y que en ese momento están en pareja. Dado que estos tratamientos afectan seriamente la fertilidad, los especialistas recomiendan congelar embriones para poder concebir hijos una vez que el proceso haya finalizado.

Por otro lado, los embriones congelados son una opción para parejas con subfertilidad (es decir que, por alguna causa, no puede concebir hijos de manera natural) y que buscarán su bebé a través de tratamientos de fertilidad asistida, como la fertilización in vitro. En estos casos, cuando el número de embriones para implantarle a la paciente es mayor al recomendado, se congela el resto para poder hacer un nuevo intento en caso de que el primero haya fracasado.

El proceso. En Córdoba, al igual que en el resto del mundo, la técnica se realiza de dos maneras. En una de ellas, la más antigua y la más usada hasta el momento, los embriones se colocan en una cáosula y luego de introducen en una congeladora que baja paulatinamente la temperatura hasta llegar a los -150 grados. Luego, los embriones se guardan en un termo con nitrógeno a -196 grados. Esta técnica se llama de congelación lenta. La segunda, conocida como vitrificación, es de congelación rápida: los embriones se colocan en la cápsula con sustancias crioprotectoras, se sumergen directamente en nitrógeno y, una vez congelados, pasan al termo. La vitrificación es una técnica nueva que se usa desde hace algo más de un año.

Vale destacar que aunque la criopreservación de embriones es una gran esperanza, no garantiza el éxito en todos los casos. Se calcula que su eficacia es de 25 por ciento aproximadamente. Esto depende de la calidad de los embriones.

Los especialistas explican que al momento de transferir embriones al útero se eligen los mejores, y el resto se guarda por si aquellos fallan, por lo tanto este será otro factor que incidirá en las probabilidades de que se logre un nacimiento. Otro dato importante es que el límite ético en la edad de una mujer que recibirá un embrión implantado es de aproximadamente 49 años.

La pregunta que muchos se hacen es cuánto tiempo se pueden mantener congelados los embriones antes de ser implantados. Y la respuesta es que no se sabe. Se calcula que si los procesos de congelación y descongelación se realizan correctamente y los embriones no se dañan, estos pueden mantenerse por mucho tiempo en esas condiciones. Existen reportes de niños sanos luego de mantener los preembriones congelados por 12 años.

Fuente La Voz del Interior

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