Cosquín abre la primera casa asistida para pacientes psiquiátricos‏

La nueva Ley de Salud Mental

La primera casa asistida está a cargo de cinco enfermeras con el apoyo del director del Salud Mental de la Pcia de Cba, Emilio Filipponi y viene a complementar el proceso de externación de pacientes psiquiátricos que se inició en el mismo hospital hace tres años con más de 20 casas abiertas en el Valle de Punilla.

Daniel era locutor en una radio evangélica de la zona. No se acuerda muy bien como terminó entre las paredes del hospital psiquiátrico Colonia Santa María, pero sabe muy bien que allí no quiere regresar. Tres años fueron suficientes para saber que su vida está aquí, entre la gente, como cualquier persona.

De la experiencia de internación rescata la dedicación de los profesionales médicos y enfermeras. Pero nada más. El resto, como alude el director del Santa María, José Luis Fitó, "es la despersonalización del tiempo y el espacio".

"No podés citar a un paciente un sábado a las 5 de la tarde, porque acá nadie sabe cuándo es sábado, ni las cinco, ni la tarde o la mañana. El manicomio es el aniquilamiento del tiempo y el espacio", afirma.

Con Daniel conviven otros 9 pacientes que fueron trasladados desde la sala de Crónicos del hospital a la primera casa con asistencia médica las 24 horas en Cosquín. Es la primera experiencia de este tipo en la provincia luego de la sanción de la nueva Ley de Salud Mental. El objetivo es que los pacientes que no estén en condiciones de ser externados en un futuro próximo puedan comenzar a revivir la experiencia de sentirse en sociedad.

La primera casa asistida está a cargo de cinco enfermeras con el apoyo del director del Salud Mental de la Provincia de Córdoba, Emilio Filipponi y viene a complementar el proceso de externación de pacientes psiquiátricos que se inició en el mismo hospital hace tres años con más de 20 casas abiertas en el Valle de Punilla.

"El objetivo es llegar a fin de año con una población de 120 internados en el hospital. Cuando asumimos los pacientes estaban hacinados y dormían en el piso de habitaciones que ni siquiera tenían baños", señala Fitó.

El proceso no es novedoso, pero su implementación en Argentina no es sencilla. Mucho menos en Córdoba, donde la resistencia gremial que surge del hospital Colonia Vidal Abal de Oliva (con 720 pacientes y unos 800 empleados) y algunos estamentos médicos se opone a la desmanicomialización por considerarla un achicamiento del Estado y un riesgo para las fuentes laborales relacionadas con la asistencia médica de pacientes psiquiátricos.

"Debemos romper con un paradigma que propone como única solución la internación compulsiva de los pacientes durante todo el tiempo que sea posible", plantea Filipponi.

La experiencia de Cosquín ya dio los primeros resultados. "Se nota un cambio muy importante en sus comportamientos (por los pacientes). Ellos piden ir a hacer las compras y ahora quieren hacer una quinta en el patio. Están mucho mejor que en el hospital, y nosotros también", expresa Malvina Barbosa, una de las enfermeras.

Marta Estela Paz, coordinadora del equipo que trabaja en Cosquín, es uno de los pilares sobre los que se apoya el proceso del Santa María y confía que la experiencia pueda repetirse en otro lugar. "Es cuestión de trabajar mucho y proponérselo", afirma.

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