Desde que debutó en C5N, Claudio María Domínguez multiplicó su popularidad

Su capítulo familiar merece un punto aparte. Hace cuatro años –tres meses después de que su primera mujer y madre de sus dos hijos mayores (Cristian, 24, y Gabriel, 21), le planteara que no podía seguir en su rol familiar y que se iría a vivir a la comunidad del cuestionado líder espiritual “Maestro Amor”– Domínguez decidió seguir su instinto. No veía desde hacía un año a Eliana Bernatta, una chica de Carlos Casares que le armaba las charlas de espiritualidad en esa ciudad bonaerense. La llamó por teléfono, le contó sobre su nuevo estado civil y, siguiendo un designio hindú, le propuso que durante tres meses sólo se escribieran mails o se llamaran por teléfono, como prueba de fuego para ver si sus almas realmente se entendían. Pasaron el reto y, después de 90 días, se encontraron y ya no se separaron. Al tiempo, y con 15 años menos, ella quiso ser mamá por primera vez y él, muerto de miedo, resistió hasta donde pudo. “Un día dije, ¡que el universo se exprese! y apareció Amma; es creer o reventar”. Su nena acaba de cumplir dos años y repite las enseñanzas de sus padres: “Amma, vos sos un ser de…” y ella dice: “lush”. “Naciste para ser…” “felish”, contesta.

Noticias: A partir del reportaje que le hizo Beto Casella en C5N, le llegó una época de abundancia extrema.

Claudio María Domínguez: Exactamente, amor mío, es más que eso, yo que soy muy claro y muy en mi eje, me siento superado por esto. Venimos remando desde hace 17 años, yo compraba mis espacios en cable para decirle a la gente que vale la pena vivir y de repente…

Noticias: Hasta ahora, ¿cómo se mantenía?

Domínguez: Vendíamos las notas, la ozonoterapia, el tercer nivel de reiki… lo que ya llegaba a hartarme. Con esa plata, pagábamos la mitad de mi programa de cable “Un mundo mejor” y teníamos una linda audiencia en Canal 26. Así, yo podía hablar 8 minutos de lo que dice Krishnamurti, por ejemplo. A su vez, me armaba mis charlas, por cada entrada me quedaban 5 pesos, por cada libro, 7. Hemos tenido una vida muy buena. Pero la nota con Beto fue mágica. De repente, tuvimos 80.000 visitas a nuestro portal, mientras que el récord eran 2.700. Después, Beto me puso en contacto con Hadad y yo le dije: “Daniel, te juro que en estos días caminaba por la playa en Uruguay y te hablaba, ‘si ya hiciste tu imperio, dame el 1 por ciento de tu imperio para que yo hable de esto’, y ahora me estás llamando”. Él me contestó: “Y te quiero ofrecer eso, quizás años atrás no te hubiera dado bolilla”.

Noticias: En aquel reportaje de Casella, dijo que si fuera abogado del diablo limpiaría el karma de los popes de la tele dándoles espacio a mensajes como el suyo. ¿Eso es lo que está haciendo Daniel Hadad?

Domínguez: Sólo me vas a escuchar hablar maravillas de él, y de mi gratitud.

Cuando Hadad le preguntó cuánto quería ganar, Domínguez contestó: “Pagame lo que se te cante. Me podés echar en un año o trabajar 20 años juntos, pero ya te tengo en mi alma como un ser que abrió la puerta del cofre de ‘Feliz Domingo’”. En “Hacete cargo” hay un cambio de formato: los especialistas que siempre rodeaban a Domínguez pasaron al olvido y él sostiene todo el programa hablándole a la cámara: “Ahora no hay necesidad de vender comercialmente las notas.”

Noticias: ¿Acepta que el formato anterior resultaba sospechoso?

Domínguez: Absolutamente.

Noticias: Su palabra era referente para mucha gente y, a la vez, dependía de esos anunciantes para sostener el programa.

Domínguez: Pero lo explicábamos de frente. Yo decía: ‘hoy hay cuatro médicos que compran el espacio para que ustedes escuchen hablar media hora sobre el karma’.

Noticias: ¿Chequeaba antes cada terapia que promocionaba?

Domínguez: Absolutísimamente, no era nada desconocido. Jamás tuvimos un disgusto con nadie, salvo una cosa armada por el programa “Zona de Investigación”, que nos atacó malamente inventando una cámara oculta en el 2000. Siempre les pedíamos la matrícula a los médicos, y los que no lo eran, le poníamos reflexóloga o lo que fueran. Hace dos años que me di cuenta que no daba para más. Cuando vi que, cuanto canal pusieras, estaban las mismas notas, Moria (Casán) diciendo ‘me siento de 14 por la (terapia) ortomolecular’, Susana (Giménez) sin acordarse qué le dijo el Dalai Lama o diciendo ‘soy vegetariana pero me morfo el asado’, dije ‘ya está’. Ahora hay que hablarle más a la gente de una búsqueda profunda de la verdad y no hacer la nota de turno para contar quién era Ramakrishna. Se ve que el universo claramente lo precipitó.

Hace dos meses edita la revista “Satsang”, con una tirada de 5.000 ejemplares, que vende en sus charlas y sin un solo contenido comercial. “El que nos quiera auspiciar, va atrás. Si alguien quiere pagar el aviso para escribir una nota, le digo que no. Tres años atrás hubiera dicho: ´Sí, por supuesto, amor´”, reconoce.

  Si a los 6 años sabía hablar 6 idiomas y antes de los 11 ganó dos veces “Odol Pregunta” contestando sobre Homero y La Odisea, a los 17 era notero de “VideoShow” y se codeaba con las estrellas. Con Travolta terminó tomando algo y hablando de mujeres; le cuidó la puerta del baño a Céline Dion, que no aguantó más y se metió en uno de hombres, y hasta ayudó a un Sinatra borracho a salir de un restaurante en Los Angeles y tomarse un taxi. Después vinieron Juan Pablo II, la Madre Teresa de Calcuta, Sai Baba.

Noticias: ¿Vivimos en una época de shopping espiritual?

Domínguez: Sí, no hay límites a los deseos: si antes querías la Ecosport roja, ahora es el curso de tal nivel de no sé qué. Pero todo son mil dólares; andá acá gratis (se toca el centro del pecho). Los grandes referentes de la televisión tienen la responsabilidad terrible de hablarles a millones. El tema es de qué.

Noticias: Hace tres años, ¿hubiera entrado a “Bailando por un sueño”?

Domínguez: Absolutísimamente, para contarle a la gente que vale la pena vivir. Después, me pareció muy cruel el esquema de meter la separación, el escándalo, la misoginia. De qué vale donar el tomógrafo si le destruyo el cerebro a 8 millones de personas por día. Ahí hay un karma muy brutal, pero todos están a tiempo de cambiar.

Noticias: Si Tinelli lo llamara para darle un espacio, ¿lo aceptaría?

Domínguez: Amor, yo no manejo el rencor y el resentimiento, creo que existe el aquí y ahora. Entonces, si el tipo viene y me dice: “No voy a hacer más que las pibas de 12 se meneen en bolas, desde ahora lavo algo de mi ignorancia pagando un espacio, aunque sea a las 12 de la noche en canal 13”, le digo: “Gracias mi negro, qué maravilla ver tus ojos en este momento”.

Noticias: ¿Y si su espacio tuviera que convivir con las chicas meneándose en el caño?

Domínguez: Si antes de mi programa estuviera “Bailando 14” y tuvieran que tener sexo en vivo, yo igual haría lo mío y le diría a la gente que elija.

Noticias: El que sigue una búsqueda espiritual ¿corre el riesgo de ponerse soberbio?

Domínguez: Bravo, amorcito, bravo. La soberbia espiritual es la última trampa del ego de los genuinos buscadores espirituales. Hay que observarla y controlarla para que no te devore.

Noticias: ¿Qué cosas todavía no superó?

Domínguez: Todavía me genera ira la cortedad mental de lo que mi ego ve en la gente. Mi personalidad los ve cortitos, burritos, veo a estos referentes de la tele, por ejemplo, y me genera enojo. Pero lo trabajo y a los 3 minutos vuelvo a mi eje. Antes me hubiera durado 3 horas de rencor, 3 años de resentimiento y 5 años de puteadas.

Noticias: Pero la ira que le genera es más de lo mismo.

Domínguez: Tal cual. Por eso no soy un maestro espiritual, sino un buen difusor de maestros espirituales. No soy coherente ciento por ciento con lo que digo. ¿Soy un cretino o un fayuto de mierda? No, se me chispotea tres veces por día el ataque de pasado y futuro, y digo “volvé al aquí y ahora”. Al maestro genuino no, vive en estado de gracia y amor incondicional.

Noticias: ¿Cómo se detecta a un predicador chanta?

Domínguez: Andá a tu corazón y percibilo. Jamás me vas a escuchar hablar mal de tal curso, lo que sí siento es que no tenés que pagar 300 dólares para que alguien te diga un mantra, una frase. La entrada a mis charlas vale 25 pesos y el que no los tiene pasa igual. Yo no lucro con la espiritualidad, sino que vivo dignamente. Siempre me mentalicé en que mi entrada no cueste más que una pizza.

Noticias: ¿Quién es usted, de verdad?

Domínguez: La respuesta genérica, única, profunda, es que soy un ser divino viviendo una experiencia humana durante un rato en el planeta. Pero eso mismo que digo de mí, lo diría de vos, de Bin Laden o de Gandhi; cada uno en distintos niveles de ignorancia. Ahora, si me preguntás por Claudio personaje: soy un ser que vivió todos los roles y los va a seguir viviendo, pero que ahora espera que su verdadera esencia sea la que maneje el asunto. Para eso trabajo todo el tiempo.

Fuente Revista Noticias

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