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MICRO EN EL NOTICIERO CON SOLEDAD RANZUGLIA

Instante de Poesía.La voz de cada uno de nosotros, es una ofrenda. Cuando es capaz de sumergirse en nuestro silencio, cuando así lo decidimos, la voz es una canasta de pan o de
manzanas, es capaz de alimentar, o de llegar a nuestros hermanos para darnos y recibir...(LEER MAS Y VER VIDEO)

Para ello, sentirnos parte del paisaje es imprescindible, ya que permite desdibujar los
límites inventados y cobrar la fuerza de las águilas en lo alto.
Ver lo que está tan cerca y ser partícipes de la estación que nos sustenta, ahora.
En un Instante de Poesía, nacen anuncios del paisaje Interior.
La voz, es un Canal de nuestra transparencia.
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La marea alta de los vientos, renueva en estos días el cáliz invisible del aire,
refrescando así, el caudal de pensamientos afines a nuestro sentir más prójimo.
La Primavera cabalga en las fragancias de las calles renacidas ante el verdor que sólo
aprecian los que ven más allá de la Flor… Por hoy los días están siendo un cuento
primaveral, una luminosidad nueva nos inunda muy lentamente. Los rosas del
atardecer se funden al dorado fino y al naranja resplandeciendo desde el mar de tus
ojos que miran absortos, no sabiéndote parte del dibujo viviente…
Ella es abrazo para algunos, empujón creativo para otros, hay que descubrir las
casas, y el cuerpo, talle esencial de tu espíritu. Hay que olfatear como los animales
silvestres, las sombras florales que regala el sol al entibiar los manojos de acacias
blancas y rosadas, hay que elongar los sentidos al interior de tu alma, y emerger
renacidos sí, como criatura nueva, pues la lluvia viene aclarando los verdes que nacen
de la Dicha como cada sentimiento genuino, profundo, llega dispuesto a crecer en
la orilla más cercana de tu Corazón.
Cuando enriquecemos nuestras voces, recordamos cómo vivir más simples o más
sabios, que es lo mismo.
Por cierto…
Hay alguien que sabe vivir.
Y me confunde.
Alguien que cada noche
enciende su lámpara de aceite
y en su rostro leo
como en una catedral,
los santos poemas de los hechos
y tiene el Coraje de reír
cuando todos temen,
y de amar cuando nadie
osa acariciar la piel tibia
del sol que nace como llama
desde adentro.
Y llama.
Alguien que tiene voz,
redime del espacio
oscuros velos
y con el encaje blanco
de su timbre,
une las manos del silencio
a la frente solitaria
de quien habla
y habla por decir
sólo con palabras su desvelo...
Entonces calla.
Por vez primera, calla.
Ya no se agigantan las figuras
de su miedo.
Ya no respira con su pecho
acongojado como un niño,
ahogado en el suspiro
de su cuerpo, no.
Ahora sabe.
Su piel cobra la tersura
de la tibia mansedumbre
de un gran fuego.
Es de noche y leo...
Una lámpara en tus manos,
ahora ríes como un verso,
di un renglón, recita para mí
un acto de lo sublime...
No temo.
María Soledad Ranzuglia
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Babel Editorial
Hay alguien que sabe vivir, de la obra de teatro
Poético El Resplandor del tiempo.

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