PRELUDIOS DE TU PRIMAVERA: POESIA DE MARIA SOLEDAD RANZUGLIA

INSTANTE DE POESIA EN CANAL 11

Estamos muy próximos a la estación de la Primera Verdad... Siempre fue la flor. Luego, el murmullo incesante de volver a la rama, a la hoja, a tanto esplendor. Siento la inmensa ...(LEER MAS)

oportunidad de reconocer transiciones, aquellos primeros brotes en cada uno de nosotros, a veces imperceptibles a la vista y tan explícitos a la visión, al sutil modo de tenernos en cuenta verdaderamente. Siempre me gusta ejercer la palabra con el impulso o la promesa de crecimiento... Lo nombrado no es un concepto, algo definido, acabado, sino una concepción. Las palabras son concepciones que abren sus contornos para extender la sustancia, aquella que da origen al sustantivo. Y crece. Es entonces cuando siento el nombre de nuestro país, Argentina. Recuerdo que la palabra tiene implicancia geográfica, argentun, (metal: plata) escrito por vez primera en Portugal como "Terra argentea", y que más tarde, el poeta religioso español, Martín del Barco Centenera, denominara en el año 1602 a nuestras tierras bañadas por el Río de la Plata, como Argentina, en su poema escrito y publicado donde relata entre tanto, la naturaleza y los habitantes originarios de aquellos viajes, de aquella expediciones; alcanza con decir que de lo leído, me conmueve lo que deja entrever sin decir, el movimiento de una Riqueza que sigue dando la oportunidad, hoy, de renacer. Ver con sutileza, es alentarnos a renacer....

Son preludios. Preludios de tu Primavera

Ante el murmullo de hiedras, desperezando apenas su espíritu en el surco brillante de sombra en la piedra. Vertiente de luz, cada capullo dormido en las manos de hojas risueñas, acunan silvestres los ríos de savia emprendiendo su vuelta. La madera sedienta del fino rocío, suelta del alba sus crines de agua y de seda, deslizándose al ritmo de aquellas enaguas bordadas con perlas. El nido de ramas, cortejo de lunas en el vals de las noches serenas, recortan luceros sin nombre, meciendo la brisa el diamante gorjeo que encienda en el campo los bellos jardines de hierbas. Preludios de tu primavera desnudan tu antiguo ritual de sol y de acequia, de lumbre y zorzal, de infinita cordillera cuando al pasar por la verja descubren tus ojos, la cálida ofrenda… Debajo del mustio portal, una tímida campana de hojitas pequeñas, anuncian sin voz, su temblor virginal... “También por aquí, habrá Primaveras.”

María Soledad Ranzuglia Del libro "La Canción Olvidada" Editorial Babel.

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