INSTANTE DE POESIA: RECUERDOS

MICRO DE POESIAS EN CANAL 11

Los anuncios del Instante de Poesía, nacen del interior, del corazón para ser leídos a viva voz.
Solo en el tiempo notamos la sutil resistencia a sentir la riqueza del...(LEER MAS Y VER VIDEO)

sentimiento que nos es propia. Como un caudal inagotable, vierte no solo un sentido, también una dirección en el diario vivir.
La osadía de sentirnos en plenos, es el principio de toda melodía.
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¿Quién dices que eres?
Eres el Cielo por donde andas, el oro que trasluce tu mirada. Ofrenda y milagro, diamante reflejando sutil
brillo en lo que tocas, piensas y hablas... Eres el lago de tus horas primerizas, extendiendo
el rubor de transparencias tan cercanas que se animan a envolverte como brisa, en la orilla más serena en las mañanas...
Eres rey, reina en el palacio de tu Vida, pues el Reino aún impera con tu gracia y dibuja sobre el lienzo las ofrendas que te eligen como el canto que a las aves las enlaza.
Sé de tu Presencia en nuestras Vidas... no importan los rostros ni los nombres con que clamas, solo acude con tus manos bien vacías, a llenarte de aquel Gozo que te guardas.
En lo profundo lo verás casi invisible, en otros ojos, revelará tu cortesana, es hora de abrir bien las
compuertas y dejar que el sol convierta tu carruaje en fiel mirada.
Acude como un rey o una reina,
en el sueño de tus horas más osadas.
Entonces, recordé el pasaje de la obra de teatro poetica donde escribí...
Es que yo quería volver a sentirme rica y plena, lo curioso es que no recuerdo ni un solo tiempo de mi Vida sintiéndome así… salvo en un estado.
Me acuerdo cuando era rica,
adolescente (sin edad), musical.
Una juventud descomunal me nacía
entre las manos,
en mi espalda de flores amarillas.
Yo miraba con la agudeza de las águilas
rastreando en mi sed
el líquido cristal de las alturas
y las sabía saciar.
Brillaba en la noche nueva
lujosa de luciérnagas;
acariciaba cada copa del agua
como tocando el mar.
Siempre en mí había música.
Todo parecía amarme,
la gente en las calles, los agostos,
mis libros, si hasta el mal parecía
no querer rozarme y tal vez era piedad.
Yo amaba la Vida,
la belleza del comienzo,
la minúscula letra separada
de la aparente realidad.
Era realmente rica,
Yo amaba...
Es que nunca supe
que había un modo
de olvidar.
Y de recordar.
María Soledad Ranzuglia
Anuncios del libro Pequeñas Victorias Babel Editorial
Y de la obra de teatro poético El Resplandor del tiempo.

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