CARTA A LOS HIJOS, DE MARIA SOLEDAD RANZUGLIA

INSTANTE DE POESIA EN CANAL 11

Amamos nuestros hijos que también nos enseñan a Amar.
Estamos muy próximos al día de la madre.. y hoy hablo como una de ellas. Siempre diré que los poemas más hermosos que recibimos son aquellas tarjetitas con un te quiero pegoteado con dulce de leche y un sol dibujado con ojitos. (LEER MAS Y VER VIDEO)

¿Que será ser madre?  El verbo que resuena en mis latidos es Acompañar la Vida, aprender a respetar reconociendo en nuestros hijos su naturaleza Esencial. Saber que vienen siendo alguien a desplegar y que no podemos como madres olvidar la belleza de continuar creciendo en la alegría, de saber que es la Vida nuestra madre verdadera y es allí donde ellos van... Hacia el Amor que resguarda para siempre, la certeza de su Bienestar.
Por eso quise volver a preguntar.
 
¿Qué será ser madre?
La naturaleza hace una parte,
ya sea que lo decida en sentimiento,
o bien se quede prendida a mi cuerpo por un tiempo considerable.
Cuando nacen, se despliegan emociones inimaginables,
al verlos tan chiquitos, no es verdad que nazco como madre...
Parece que jugara a las muñecas 
desde siglos inmemorables
y uno no sigue ese camino,
sino que endurece el gesto con desdén y donaire.
Lo aprendido se impone como nadie y no es más que aplicar lo que entendí,
sin aún Ser alguien...
Los modales, los horarios,
contradicciones estelares,
que saludes a los tíos, que seas responsable.
Que contestes como es debido,
quiero ver tu crecimiento,
para así poder confirmarme.
Y hoy les digo...
Sobre esta mesa planché sus ropas
que aún cuelgan de mis perchas, 
en los armarios están los platos
en los que se alimentan.
Bajo éste techo está la vida
pero aún no sé si es completa,
porque mi vida tiene razones
que nos hermanan en las veredas.
Mi exigencia es denostada,
como si alcanzar quisiera,
con el amor que les tengo
sembrar de dicha los pasos que les esperan.
Pero sé que no es posible 
romper así las aceras,
cruzamos todos juntos
y que nadie quede afuera...
Si retomo mi camino
como cuando jugaba a las muñecas,
me parece que ser madre
es disfrutar de la tutela,
que la vida nos asigna 
por un tiempo y sin reservas.
Devolvernos como hijos
es protegernos de las pertenencias.
La Vida es la gran madre,
toda ella es dicha Eterna,
nos prestan angelitos
que ordenan luego la Casa entera.
Ofrecernos como hijos
trae Paz y la certeza
de que el juego continúe
y que en medio de reyertas,
la Vida asome su mirada
y nos llame a todos a poner la mesa...
 
María Soledad Ranzuglia

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