MUSICA Y NARRADORES EN LA LOMA DE LOS COCOS

Encuentro cultural organizado por Natalia Spina

El sábado 23 de junio se concretó en el Museo "La Loma" el Primer Encuentro de Narradores Orales Los Cocos 2012. Asistieron alrededor de cuarenta personas entre oyentes y narradores, siendo èstos ùltimos Olguita Zanier, Eduardo Buffoni, Pichi Iglesias, Tere Glazinski, Manuel Granados, Dorita Aguirre, Pirucha Tromba, Bety Ponce,y Daniel Ochoa.

Manuel Granados (87).  Un gran memorioso, que con lujo de detalles en fechas narró sobre acontecimientos importantes en el pueblo, haciendo incapiè y referencia a la Dra Cecilia Grierson . Se pudo percibir su nobleza y lealtad.  Fue, entre otras actividades, jardinero de varias casonas y dueño de caballos para alquilar.  Compañero de escuela de Olga Zanier.

Eduardo Buffoni (83), dueño de confitería "Achalay" a donde asistieron hasta los mismísimos "Los Chalchaleros". Conocedor de mucha gente, habló de su ascendencia con los fundadores de Los Cocos, la familia Ceballos.

Olga Zanier (88), hija del constructor que hizo entre otras edificaciones, el edificio del museo y la Capilla Santa Teresita entre otras. Venido del Friuli, dueño de la HOSTERÌA ZANIER.

 Daniel Ochoa, fundador, músico, cantante y compositor de "Los de Punilla" junto a José Antonio Fulca, ùnico conjunto del pueblo que grabó un longplay y persistió durante 37 años.  Nos contó acerca de cómo aprendió a tocar la guitarra (mirando los dedos de hombres que se juntaban a guitarrear en la casa de unos polacos), cómo iniciaron y desarrollaron el dúo con su amigo y compañero, así como otras experiencias relacionadas con su actividad musical. Participó también de recuerdos mencionados por los otros narradores aportando datos y manifestando permanentemente emoción y alegria.

Dorita Aguirre (83)  Hija de quien fuera la cocinera de la familia Majorel (propietarios de La Loma), nos relató las fiestas o reuniones que se realizaban en esta casa.  Habló acerca de los dueños como gente respetuosa, alegre, considerada con sus sirvientes, generosos. Amiga entrañable de la sobrina de la Sra Victoria Crenna de Majorel (Marilen), quien a su vez fue su madrina y le dejara en herencia una casa en la localidad.

Pichi Iglesias (61). Relatò un par de anècdotas divertidas relacionadas con el grupo teatral que dirigía su padre.  Uno de ellas cuenta que, poco antes de un estreno, cayò preso uno de los actores. El grupo, preocupado, solicitó al comisario pudiera el detenido actuar en la obra ese dìa y fue asì como bajo la custodia policial, el mismo subió al escenario con sus compañeros.  Pichi fue intendente de Los Cocos durante dos perìodos.

Teresa Glasinsky contó la conmovedora historia de su venida al pueblo, tras ser adoptada por un matrimonio polaco a los ocho años. 

Pirucha Tromba.  Hija de los dueños de la Confitería "Tromba", la más famosa del pueblo, a donde concurrían personas de todas partes.  Hasta el mismo Presidente Arturo Humberto Illia, estuvo tomando algo.  Los recuerdos que se desprenden de ese salón, encuentro de veraneantes de la zona y punto de arranque de tantos matrimonios formados, provocò entre los presentes sonrisas propias de una nostalgia bien vivida.

Guillermo Ceballos (44) expresó haber sido testigo de muchos de los recuerdos, transmitió su respeto e impresiones sobre los narradores e hizo una valoración de la importancia que tiene el "reconocerse" unos con otros. 

Los relatos llenaron de alegría tanto la memoria de los que fueron protagonistas de ellos, como asì tambièn de quienes no vivieron esas èpocas de gloria en Los Cocos. Ésto produjo un sentimiento de pertenencia y de orgullo entre los que estaban presentes, de acuerdo a comentarios posteriores recibidos.




  Se habló de unos tiempos en donde el espìritu de comunidad invadía a los vecinos, quienes estaban siempre atentos a los logros, los avances, los emprendimientos e iniciativas sin distinción de clases socioculturales. Estaban los ingleses, los dueños de las casonas, los empleadores, los constructores, los empleados en servicios domèsticos, las autoridades, los comerciantes, los vendedores ambulantes, los religiosos, etcétera, todos conjugados en los mismos anhelos, haceedores de acciones en pos del bien común.  Pareciera que nada les faltaba, puesto que se autoabastecían de todos los servicios que necesitaban.

                            Natalia Spina - Los Cocos

                             

 

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