Roger Koza regresó de Cannes y en Canal 11 habló del cineclub

PROGRAMACIÓN COMPLETA DE JUNIO DEL CINECLUB‏

A continuación pueden leer la editorial del mes y los títulos que comportan la programación del cineclub en el mes de junio. Sugiero no perderse ninguno de los títulos, pero las dos primeras películas, Nostalgia de la luz y Un tiro en la noche, son esas películas que verlas implican una experiencia. Sugiero que no se las pierdan. (Y a fin de mes Las estaciones de Peleshyan es lo más parecido a un milagro en el cine)

El martes recibirán más información. Los programas en papel empiezan a circular desde el lunes por la tarde. Los afiches en el cine desde el mediodía. Estamos felices por la respuesta de todos ustedes. Respuesta es para nosotros responsabilidad: lo mejor del cine contemporáneo y de todos los tiempos en el Berti. Ese es nuestro deseo y compromiso. 

RK

John Ford en foco

¿Cómo expresar nuestro agradecimiento? La temporada 2011 ha empezado muy bien, al menos quienes hacemos el cineclub así lo sentimos. Miércoles tras miércoles vamos con la expectativa de ver gente en la sala, y hasta ahora es exactamente lo que viene sucediendo. ¿Cómo responder ante la presencia de ustedes? ¿Cómo sostener su deseo?

En primer lugar, una regla de oro: no subestimar a nuestro público, creer en él, no hacer concesiones seductoras y apostar, sí, a una programación variada e interesante, a veces más compleja y exigente, otras más placentera pero no menos sólida. En los festivales, un espacio en donde se supone que hay que exigirle más al público, a veces se suele ejercitar la peor demagogia, que se expresa en un concepto temible y calculador: “películas para la audiencia”. Así se nos induce a pensar al público como un entidad receptiva y pasiva que no debe ser molestada. Seducir, dar lo que se cree que el público quiere: arrogancia insólita de creer saber y descifrar lo que otro desea.

No se trata ni de apabullar a la audiencia, ni de mimarla, sino de compartir un aprendizaje y un placer por la curiosidad y el desafío. Del mismo modo que existen directores que no aman a sus personajes y se ubican por encima de ellos, tanto para aleccionarlos como para castigarlos, existen programadores de festivales y cineclubes que miran desde las alturas a su audiencia considerándola bruta o, en su reverso necesario, una entelequia poderosa que tiene la última palabra. Desprecio o sometimiento, dos modalidades asimétricas en quien programa y en quien mira.

Las mejores películas son aquellas en donde los personajes, el director y el público trabajan sin saberlo en la construcción final de un film. Kiarostami y Welles, dos directores disímiles, pensaban que una película implicaba un trabajo social. En ese sentido, un cineclub (y un festival) es también un trabajo social. Las películas son un incentivo que nos permite revisar nuestros modos de percepción y nuestras tendencias y referencias interpretativas. Semana a semana se pone un juego una práctica. Ustedes, nosotros, los films, lo que leemos sobre ellos antes y después de una proyección, lo que hablamos sobre ellos con algunos de nuestros compañeros de los miércoles, en los bares, en los autos o por mail constituye una práctica social.

Todos aprendemos, y eso no implica no saber cuál es nuestra responsabilidad como programadores. Uno asume un riesgo al elegir una película: somete su gusto, una cosmovisión, una ideología, más o menos explícita, a consideración. Y la clave está en ser preciso y honesto al respecto, y en mi caso particular, quiero dejarlo en claro, no deseo imponer una mirada, pero sí propongo un programa estético.

Es cierto que al elegir se expresa una posición, pero al hacerlo uno incorpora imaginariamente a la mayoría de ustedes. A los que vienen siempre, a los que vienen esporádicamente, incluso a los que eligen ignorar la propuesta pero que quizás lean este editorial antes de arrojar nuestro programa a la salamandra o a la basura. Dicho de otro modo: nuestra altura de cámara coincide con la mirada de todos ustedes. Miramos desde donde miramos, pero jamás los miramos ni desde arriba (en un plano en picado), ni desde abajo (en un plano en contrapicado). Ni el “dueño” ni el “cliente” tienen la razón. Lo que importa en un cineclub y en un festival es el encuentro. Por eso, los esperamos todos los miércoles.

Roger Koza, programador

LA CUMBRE: EN EL CINE LUIS BERTI, BELGRANO 470

Las estaciones (Peleshyan)

 1 de junio, a las 20.30hs:

Nostalgia de la luz, de Patricio Guzmán, Chile-Francia-Alemania, 2010
90’ / ATP
Cortometraje: De la necesidad de navegar los mares (22’), de Philipp Hartmann, Alemania, 2010
La película del mes
8 de junio, a las 20.30hs: John Ford en foco
Un tiro en la noche, de John Ford, EE.UU., 1962
123’ / ATP
Cortometraje: Lluvia (12’), de Joris Ivens, Holanda, 1929
15 de junio, a las 20.30hs:
Una habitación y media, de Andrei Khrzhanovsky, Rusia, 2009
130’ / +13
Cortometraje, a las 20.05hs: El niño ciego (24’), de Johan van der Keuken, Holanda, 1964
22 de junio, a las 20.30hs:
Las zapatillas rojasde Michael Powell y Emeric Pressburger, Reino Unido, 1948
133’ / ATP
Mediometraje, a las 20.05hs: El niño ciego (29’), de Johan van der Keuken, Holanda, 1966
29 de junio, a las 20.30hs:
El sonido del ruidode Ola Simonsson y Johannes Stjärne Nilsson, Suecia, 2010
98’ / ATP
Cortometraje, a las 20.10hs: Las estaciones (29’)de Artavazd Peleshyan, Rusia, 1975

Roger Koza / Copyleft 2011

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