EL FESTIVAL EN NÚMERO. 11 AÑOS DE PRONÓSTICO ACERTADO: Confirman ganancias por 410 mil pesos

El evento fue exitoso económicamente.
Tuvo 1,3 millones de subsidios y gastó 2,7 en cachés. Mantuvo promedio histórico en la plaza. el emocionante final se confunde de inmediato con el balance numérico, cuyo resultado es vital tanto para las arcas municipales en el plano organizativo

como para la economía local tal cual lo idearon sus pioneros en 1960, como auténtico salvataje estival.
Este medio por décimo primer año consecutivo de pronósticos acertados anticipados a las cifras oficiales, recabó datos de distintos sectores afectados a la organización en la última jornada de finalización del evento y corroboró que el festival fue un éxito económico por séptima vez ininterrumpida desde 2005.
 El monto final, de 410 mil pesos fueron confirmados por Esteban Bernal, secretario Ejecutivo y de Hacienda de la Comisión Municipal de Folklore. “Este nuevo éxito económico, es el resultado de un trabajo en equipo apolítico encabezado por el propio presidente de la Comisión e intendente Marcelo Villanueva, que nos brindó una total libertad de acción. No puedo dejar de destacar el apoyo irrestricto del dirigente Rodolfo Milani por igual”, enfatizó el hombre que detenta la batuta organizativa  exitosamente de siete años a esta parte.

Los números cantan
Nadie duda en la Capital del Folklore que en el festival se baila, pero en las registradoras los números cantan inexorables.
Ayer la taquilla determinó que se cortaron 57 mil entradas en 10 noches festivaleras, escasamente 10 mil menos que la 50º edición que contabilizó 12 noches. La cifra se mantiene dentro de los parámetros históricos de la Próspero Molina, a pesar que hubo un aumento del 15 al 17 por ciento en el costo del ingreso a la plaza.
A pesar de los cachés elevados y el aumento de los costos fijos los números cerraron. La clave volvió a fijarse en los subsidios de Nación y Provincia que en 2010 (2,74 millones frente a 1,30 de este año) lograron equilibrar la danza numérica, signo demostrativo que sin esos aportes afrontar un espectáculo y entorno cultural de este calibre sería un imposible.
Y la bonanza comercial, que comenzó a ascender el año pasado, siguió viento en popa en esta edición festivalera. Así lo confirmó Gabriel Musso, presidente del Centro Comercial, Industrial y de Servicios coscoíno. “Hemos tenido un 10 por ciento más de gente en las calles que en 2010, lo que totaliza 240 mil personas circulando en la ciudad: la gastronomía aumentó sus ingresos; la indumentaria y artículos suntuosos se mantuvieron, los regionales aumentaron un cinco por ciento sus ventas”, afirmó el comerciante.
Y Cosquín, como lo hace cada año, colmó el centro norte de Punilla de visitantes irradiando su convocatoria en toda la región, siendo pilar de la ya histórica segunda quincena de enero más exitosa turísticamente de la temporada estival.
Fotografía: Verónica Cardozo.

LAS CIFRAS
Ingresos
Entradas y abonos: $ 1.900.000.-
Contratos Publicitarios: $ 1.000.000.-
Concesiones, Feria Artesanías y Pre Cosquín: $ 710.000.- Subsidio Nación: $ 1.000.000.-
Subsidio Provincia: $ 300.000.-
 Total: $ 4.910.000.-  

Egresos
Programación, Obras, Prensa y Propaganda, Relaciones Públicas, secretarías Ejecutiva y Hacienda, Pre Cosquín y Agencia Cultura Cosquín: $ 4.500.000.-
DIFERENCIA A FAVOR: $ 410.000.-

Venta histórica de entradas
2002: $ 310.000.-
2003: $ 350.000.-
2004: $ 390.000.-
2005: $ 680.000.-
2006: $ 730.000.-                                                                         2007: $ 1.050.000.-
2008: $ 1.250.000.-
2009: $ 1.450.000.-
2010: $ 1.850.000.- 
2011: $  1.900.000.-

Los cachés
Los taquilleros aumentaron alrededor del 15 por ciento, el resto de la grilla entre 50 y 60 por ciento. La erogación más fuerte fueron Los Olimareños con 160 mil pesos; el Chaqueño Palavecino 90 mil; León Gieco 80 mil; Los Nocheros y Jorge Rojas empataron con 75 mil pesos. Por  otra parte Soledad, Illapu e Intillimani coincidieron en 60 mil cada uno.

Sentida despedida
Esteban Bernal confirmó su decisión definitiva de apartarse del cargo de secretario Ejecutivo y de Hacienda de la Comisión Municipal de Folklore. “Esta ha sido una tarea de siete años donde puse toda la pasión, dedicación y responsabilidad necesarias, para sacar de la postración y la sospecha a una Comisión que fue cuestionada desde siempre. Para ello abandoné mis tareas profesionales (es arquitecto al igual que su padre Rubén, artífice de la reforma de la plaza Próspero Molina) y postergué mis cuestiones personales”, afirmó a este diario.

Informe especial de José Hernández para la Voz del Interior.


 

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