Allanaron la comisaría de Cosquín, luego de una denuncia por «apremios ilegales»

La víctima afirmó que varios efectivos le aplicaron una «brutal golpiza» cuando iban a detenerlo

Tras receptar una denuncia por supuestos «apremios ilegales», la Justicia cordobesa y el Tribunal de Conducto Policial ordenaron el pasado martes el allanamiento de la comisaría de Cosquín, en busca de documentación relacionada al caso expuesto.

La resolución fue tomada por la fiscal María Alejandra Hillman, luego de que un joven coscoíno, Ramiro Lanasa (29), afirmara que recibió una «brutal golpiza» por parte de tres efectivos de la Departamental Punilla.

El episodio se sucedió el pasado lunes, cuando Lanasa denunció -en la sede judicial- que el día viernes había sido golpeado por varios efectivos, quienes lo intentaron detener por estar ingiriendo bebidas alcohólicas dentro de un automóvil, en el mirador de una montaña cercana a la ciudad. El muchacho sostuvo, ante diversos medios de prensa, que la primera agresión la recibió en el lugar de la detención, cuando estaba «escuchando música y tomando cerveza» acompañado por dos amigos: Martín Acosta (36) y Ariel Dentrakiusk (27).

En declaraciones periodísticas, la supuesta víctima relató: «Estábamos charlando cuando apareció un móvil policial con dos agentes. Uno de ellos me conocía y no sé por qué me tiene bronca y me dijo: ´Viste que te iba a enganchar pelotudo´ y después dijo que me iba a aplicar el Código de Faltas. Nosotros nos bajamos del auto y no intentamos hacer nada, pero igual me empezó a pegar en la cabeza y me insultaba». «Después vino un móvil de la CAP y quisieron ponerme algo envuelto dentro del auto, como pude, a los manotazos impedí que metieran eso adentro del coche y entonces me pegaron de vuelta»; agregó el joven.

Sin embargo, Lanasa sostiene que «la peor parte» le esperó dentro de la dependencia policial (que comanda el comisario Carlos Destefani), porque «al ingresar me comenzaron a pegar, pero no sólo los que me habían detenido, sino todos los que estaban allí adentro»; indica el denunciante, quien luego manifestó: «Parece que tenían miedo de pasarse, entonces me llevaron al Hospital Municipal para que me revisaran y después me volvieron a llevar a la comisaría, donde me dieron la tercer golpiza.

Empezaron a pegarme entre todos cuando ingresé, yo alcancé a aferrarme a una puerta y se rompió el vidrio, después me doblaron la mano y me arrastraron por los pasillos pateándome».
«Yo tengo miedo por mi trabajo, porque yo no tengo antecedentes de ningún tipo y por poco vivo escondido por temor a una represalia. Yo creo que había que hacer la denuncia, porque correspondía, porque yo no hice nada y esto puede pasarle a alguien más. Esto es una barbaridad, realmente»; completó el muchacho, en declaraciones recogidas por este medio.

El Diario de Carlos Paz

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