Llegó el momento de ejercer el poder como ciudadanos

Correo de lectores de Canal 11. Escribe Jorge Zartarian

En vísperas de los próximos comicios que determinarán quienes serán los representantes del pueblo, se vislumbra el momento justo para premiar o castigar conductas

claro que para eso, el pueblo debe tener memoria y ejercer responsablemente todos sus derechos como ciudadano.

En vísperas de grandes acontecimientos nacionales, enmarcados en actos proselitistas que se desarrollarán por todos los rincones del país, la incertidumbre hasta el plazo final es común denominador, moneda corriente en esta Argentina tan diversa en su extensión, como en sus estructuras y plataformas electorales que representarán y se harán cargo de las Instituciones que rigen el sistema Republicano y Federal en el cual se conducen los destinos de la Nación.
Demasiadas intrigas para llevar adelante una comitiva tan importante como la mencionada; excesiva especulación que lo único que logra es una profundización de la anomia tan desagradable y a la que tantas naciones desarrolladas temen, ya que producen desestabilización y resquebrajamiento institucional y desprestigio en los actores políticos.

A través de los procesos que se van desarrollando cuando uno entra a participar activamente en una sociedad, se va dando forma a una moral, producto de esa invitación que la comunidad le otorga como integrante de la misma; de ésta recaba datos, comportamientos, ejemplos que irán formando su personalidad, producto de adoptar distintas prácticas de sus referentes y líderes inmersos en ese entramado social particular. ¿Estos líderes, referentes, tienen en cuenta que sus comportamientos son absorbidos por estas nuevas capas de habitantes que pronto comenzarán a desarrollar sus derechos como ciudadanos?.
Dice Aristóteles:”la ética se centra en la descripción de los comportamientos y en las consecuencias morales que pueden deducirse de ellos...”, pienso que llegó el momento, por consecuencia de sus comportamientos, de pasarles esa factura moral, la cual parecen no darle la debida importancia, desinterés reflejado en sus accionares.

Para prepararnos y enfrentar los compromisos que como ciudadanos se nos presentan en el futuro próximo, es necesario comenzar a evacuar algunas dudas; para ello, traigo a consideración pensamientos clásicos, los cuales ayudarán a despejar algunas incertidumbres y a poner en funcionamiento todo tipo de razonamientos, que tratan de enceguecer por medio de la indecisión presumible pero bien ideada; no crean que no tienen claro “quien será que” en el entramado electoral; solo es un juego en el cual hay dos actores, la clase política y los ciudadanos, ¿realmente, los destinos del país pueden ser asumidos de tal manera?.
En Ética a Nicómaco, Aristóteles sostiene: “todos tenemos necesidad de encontrar sentido. Una conducta o una situación carente de sentido es absurda e insostenible. La acción tiene forma intencional, en cada acción nos proponemos algo”. Luego nos habla de la “virtud ética”, dice que “son las que resultan de aplicar la razón a la vida, de conducirse en la vida razonablemente”, por último, en relación con la virtud ética, sostiene: “virtud es una disposición adquirida de la voluntad, consistente en un justo punto medio relativo a nosotros, determinado por la recta razón, tal como lo concretaría el hombre prudente”; “no es un don de la naturaleza (...) sino que es preciso adquirirla por la repetición del acto, mediante el esfuerzo y la perseverancia”. Esto plantea una deliberación en torno a los fines de los actores políticos, ¿usted ya vislumbró el fin al que tienden algunos personajes de la contienda política; fines que aparecen contradictorios, hasta desfavorables a la hora de plantear quien se hará cargo de los destinos de la nación, de la provincia?. El hilo conductor que lleva a actuar de determinada manera resulta indescifrable, ¿o será una nueva teoría política?; y si esto resultase así, ¿usted ya pensó si aprobará esta nueva dimensión?. ¿El fin justificara los medios?. Estamos hablando de relación entre personas y abalar un proyecto del cual todos debemos ser parte y participar concientemente y con memoria; si creemos que nuestro fin como ciudadanos, a la hora de participar en la estructura política, es únicamente el de ir a emitir el sufragio, tratemos de ser concientes, responsable, participar, pero con memoria; tenemos ese elemento a nuestra disposición; y los actos por venir resultan un gran momento para facturar moralmente ciertos actos, y que prevalezca el fin del ciudadano; pero para eso hace falta compromiso, porque después será tarde.

Aristóteles, en cuanto a los honores plantea: “ los honores (...) no valen nada si no van unidos al mérito, a lo valioso. Quien busca el reconocimiento ajeno por encima de todo, lo más fácil es que no tenga tiempo para hacerse digno de él”. Dentro de los representantes que competirán por los distintos cargos, ¿Se ha preguntado cuál es el mérito de cada uno para aspirar a semejantes honores?; ¿De que reconocimiento ajeno se creerán acreedores?. Haga ejercicio de memoria, pregunte, consulte algún medio, preocúpese, sea responsable con su papel de ciudadano.

Se generaliza la idea de que todos los políticos son corruptos, entonces nadie sabe a quien votar pero si a quien no votar; para colmo de males se los termina premiando con un escaño en la cama de diputados, entregando un municipio, una gobernación al menos malo, si, al menos malo; la idea está generalizada, insertada, entonces cuando llega la hora de concurrir a las urnas, se observa la llegada del gran aparato, y claro, al ser todos ladrones, prevalece la supremacía del que más pone y al fin de cuentas es el que se quedará con el trofeo; pero ésta idea no surge de la nada, es mas fácil y cómodo decir que son todos corruptos antes que preocuparse por informarse, cosa que lleva trabajo y desgaste, pero para que preocuparse si al fin y al cabo son todos delincuentes; pero eso si, después, cuando comienzan a desarrollar sus funciones nadie es responsable de los actos del funcionario; en realidad los que piensan de esa manera, terminan siendo cómplices de su accionar.

Ante esta situación, investigue cual es la mejor Política de Estado provincial a la cual usted puede votar; esto significa entregar su voto a una política, a un progreso provincial y no a una persona, entonces vote propuestas y no candidatos. Me pregunto ¿Conoce alguna propuesta?, ¿Se habla de propuestas?, ¿Observa hoy alguna política provincial en funcionamiento?, pregúntese ¿Cuál es?, ¿Cuándo fue a un acto político, le mencionaron el plan de gobierno a futuro?, por ejemplo, Política de Estado en Salud, Educación, Seguridad, etc. Ya que los políticos van y viene y son todos corruptos, diría la voz del pueblo, gracias a sus propios actos, no nos fijemos quien será, por ejemplo el futuro Gobernador, sino, que políticas pondrá en funcionamiento, ya que las Políticas de Estado perduran en el tiempo, no así los políticos que las ponen en funcionamiento.

Todo esto me lleva a plantear el poder que como ciudadanos se nos ha otorgado a la hora de ejercer nuestros derechos y decidir quien debe ocupar los cargos a elegir; un derecho que debe ser apoyado con compromiso, memoria y una real participación, siendo concientes de que a los políticos no los trae una cigüeña ni salen de un repollo, son parte del pueblo, en el cual todos somos responsables y parte de su construcción.


Jorge Alberto Zartarian
DNI: 24.670.033
Córdoba



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