Masiva renuncia en la cartera educativa

Protestas por el accionar del gobierno

Amelia, vamos a presentar nuestra renuncia indeclinable...El diálogo se produjo hace unos 10 días entre la ex ministra de Educación de la Provincia y hoy diputada nacional, Amelia López, y los actuales directores de los distintos niveles de la cartera educativa.

Acostumbrados a otro estilo de conducción y al vínculo político y de amistad que los une a Amelia López, Ana Fernández, titular de la Dirección de Enseñanza Inicial y Primaria (Deip); Humberto López, autoridad de la Dirección de Enseñanza Media, Especial y Superior (Demes); María Luisa Krabbe, directora de Políticas Educativas; Sergio Pini, titular de la Dirección de Institutos Privados de Enseñanza (Dipe) y Víctor Gómez, inspector general de Demes, decidieron apartarse en masa del Ministerio que hoy conduce Eduardo Mundet.

Los funcionarios le dijeron a su ex jefa que no estaban cómodos en el Ministerio y le plantearon que la nueva conducción no conocía el funcionamiento del sistema. “Si estoy al final de mi carrera, ¿para qué me voy a arruinar la vida?”, se preguntó una de las renunciantes.

Fernández y Humberto López dejarán sus cargos el lunes, mientras que Krabbe y Pini lo harán en los próximos días, ya que deben atender a cuestiones de urgencia dentro de sus respectivas jurisdicciones.

Mundet permaneció ayer en silencio, incluso se negó a hablar con sus colaboradores más inmediatos. Luego, viajó a Buenos Aires para reunirse con el ministro de la Nación, Daniel Filmus. Aunque no trascendió quiénes serán los reemplazantes, Mundet evalúa ahora a quiénes ofrecer estos cargos.

Lo hace en soledad, tal como llegó, se instaló y continúa en su función. La decisión no es fácil ya que no son muchos los que se atreven a ingresar a un Ministerio que atiende a un millón de personas, con un conflicto docente que pone en riesgo el ciclo lectivo y rodeado de sospechas de corrupción en diversos ámbitos.

Hay algunos nombres en danza y, según pudo conocer este diario, una de las aspirantes a la dirección de nivel primario tiene abierta una investigación administrativa por la venta de exámenes y cargos en los concursos de inspectores (año 2004) y de directores (2005).

El enojo del gobernador

Pero hay una versión distinta. Aunque nada se ha dicho oficialmente, desde el Gobierno confirmaron que se trató de renuncias. Sin embargo, también se dijo que la separación fue a pedido de Mundet. El propio gobernador José Manuel de la Sota le habría reclamado el desplazamiento masivo.

Esta versión se funda en el enojo de De la Sota el pasado 8 de julio en la reunión de gabinete en Marcos Juárez. Allí, el gobernador se habría irritado porque en julio no se cargaron los descuentos a los docentes que adhirieron a los paros.

La cuestión era clave para el Gobierno para que los maestros sufran el paro en su bolsillo y luego mediten sobre la conveniencia de seguir las huelgas. Gracias a ese incumplimiento de la orden del gobernador, este mes los maestros cobraron como siempre. Y el “efecto aleccionador” se demora un mes.

El “error”, producido aparentemente en medio de un paro de estatales, provocó el despido del gerente de recursos humanos. “El hilo se cortó por lo más fino. Los administrativos cuestionaron la inutilidad de los de más arriba. Hay broncas viejas, no están de acuerdo”, comentó un allegado a Educación. Y agregó: “Hay internas y muchas diferencias entre la vieja guardia de Amelia y Mundet”.

Efectivamente, las desavenencias no son nuevas. Los renunciantes tienen simpatía con la línea de López; incluso la mayoría está afiliada a la agrupación política justicialista que reúne a docentes y que lidera López, la Leopoldo Marechal. Además, la acompañan desde hace más de una década.

Demasiados problemas

Mundet llegó al Ministerio hace menos de cuatro meses, completamente solo. Pocos se explican por qué mantuvo en puestos clave a funcionarios que no respondían a él. Mantuvo hasta la secretaria privada. Mundet argumentó que el Ministerio estaba en marcha y que ellos conocían mejor que nadie un sistema que, para él, era nuevo.

Pero, a poco de andar, se vio imposibilitado de acceder a la información más elemental. Bajo sospechas y hasta denuncias judiciales de irregularidades en nombramientos y de favoritismos y de fraude en un operativo de evaluación –todas previas a la gestión Mundet– en el Ministerio se habla de un “gobierno paralelo” que impide al ministro maniobrar una de las áreas más complicadas de la Provincia.
Fuente La Voz del interior

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