Obispo católico de EE.UU. bendijo el software para confesarse a través de un iPhone

A confesarse por computadora

 La iglesia católica ha aprobado la utilización de una nueva aplicación que podrá ser utilizada por los fieles utilitarios del popular teléfono iPhone o la tablet iPad y servirá para acercar el sacramento de la confesión.

El programa bautizado como “Confession: A Roman Catholic App” y disponible desde la semana pasada por 1,99 dólares en la tienda online de iTunes nace con la idea de cubrir la necesidad de confesión de los católicos alejados de la iglesia permitiendo a estos enumerar los pecados cometidos.

Según explicó la portavoz de la Conferencia Episcopal norteamericana, María Muñoz, se trata de la primera ocasión en que un obispo de este país da el "imprimátur", o visto bueno, a una aplicación para las nuevas tecnologías.

La aplicación "Confession" de ninguna manera sustituye al recuento de pecados cara a cara con un sacerdote ni su uso equivale a la absolución que otorga el confesor, pero según los creadores de la aplicación sí ayuda a que el católico se prepare mejor para el sacramento.

Para el uso de "Confession", el católico puesto al día en materias tecnológicas sólo tiene que descargar la aplicación en su teléfono iPhone, por el mismo precio que una canción de Lady Gaga.

Una vez instalada en el celular y abierta, la aplicación diseñada por la firma Littleiapps, de South Bend en Indiana, comienza el examen de conciencia, hecho a medida del usuario.

El pecador (o la pecadora) registra su edad, sexo y si se trata de una persona soltera, casada o miembro del clero.

Según el perfil que se configure, la aplicación sugerirá una serie de pecados "estándar", para que el creyente decida si los ha cometido o no y vaya con los "deberes hechos" al confesionario.

Pero la lista, además, se puede personalizar con otros pecados que el usuario sea consciente de haber cometido y que no estén incluidos en la lista corriente, explican los inventores de la aplicación, los hermanos Patrick y Chip Leinen y su amigo Ryan Kreager.

Como un confesor de carne y hueso, la aplicación consulta también al pecador cuánto tiempo ha pasado desde la última confesión, sea días, meses o años.

El usuario puede elegir también, una vez elaborada su lista de pecados, entre siete diferentes actos de contrición.

En el caso de que más de una persona vaya a usar el mismo iPhone (puede adquirirse un interfaz para el iPad o el iPod Touch), cada una podrá tener su propia "cuenta", con su contraseña correspondiente.

Según los creadores de la aplicación "la respuesta ha sido abrumadora", pero han tenido que disculparse ante los católicos que no cuenten con los dispositivos de Apple.

Es la primera vez que la Iglesia aprueba una aplicación para teléfonos móviles aunque no es el primer acercamiento al mundo digital.

En 2007 el Vaticano lanzó su propio canal en el sitio de videos en internet YouTube.

Dos años más tarde creó una aplicación de Facebook que permite a los usuarios enviar postales virtuales en las que aparece el Papa.

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