Buonamico, es el gran beneficiario de los espectáculos gratuitos

Pedirle que actúe con ética desde la función pública al sec. de Turismo de La Falda, Daniel Buonamico, es tan inútil como esperar que su jefe, el Gran Pez Marcos Sestopal, se hospede en un hotel dos estrellas y cene a nuestra cuenta con un vino Viejo Tomba

Pero de cualquier modo siempre optimistas aunque vengan degollando, presentamos el adelanto de un debate que se debe la ciudad y su zona céntrica, referido no sólo a la ubicación del escenario con espectáculos gratuitos sino también al funcionamiento del área peatonal que con la temporada se implementa de forma provisoria hace ya más de una década.Así, la implementación práctica de la peatonal, con sus marchas y contramarchas, es lo más provisorio para siempre que han gestado nuestros geniales gobernantes, siempre dispuestos a encontrar soluciones que, casualmente, los benefician de modo directo, como el caso que nos ocupa. Buonamico contrata con dineros públicos los espectáculos artísticos que él y sólo él cree convenientes. Paga por ellos más de lo que salen a cualquier privado que desee contratarlos. Decide que se deben dar todos de manera gratuita. Decide los días y los horarios y, en el colmo del funcionario público, decide también donde ubicar el escenario, que en este caso no casualmente es frente a su negocio de venta de vinos y tablas, llamado “La Casa de Nelly”. Pero lo agravante del caso es que, como ocurrió la temporada pasada, ni el escenario ni el corralito dispuesto para las sillas de los espectadores impedían la circulación de los vehículos por calle San Lorenzo, provenientes de la Ruta 38, ingreso clave al casco céntrico. Esa calle estratégica para que el resto del centro de la ciudad no quede aislado era interrumpida por las mesas y sillas de su propio negocio. Mesas y sillas en cantidad suficiente para cubrir un enorme espacio, y adquiridas de antemano para tal fin, puesto que no entran en el interior de su local. El primer día de actuación, Buonamico puso el mobiliario el la calle y a cantarle a Magoya.El artículo 268 del Código Penal establece, conforme al art. 256, de uno a seis años de prisión, e inhabilitación especial perpetua para ocupar cargos públicos al “funcionario público que con fines de lucro utilizare para sí o para un tercero informaciones o datos de carácter reservado de los que haya tomado conocimiento en razón de su cargo”.Cientos de miles de pesos en espectáculos gratuitos que se van como arena entre los dedos y aún tenemos una peatonal provisoria, sin señalización de ningún tipo, sin mobiliario urbano, permitiendo una polución visual horrorosa, las calles sucias y rotas y sin solución a la circulación vehicular que posibilite un beneficio para todo el centro ampliado, y no para tres cuadras de la Av. Edén y el comercio del Secretario.

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