Festival de Músicos con Capacidades Especiales

Más de la mitad de los participantes son habitué, e incluso han sido hallazgos del encuentro rotario. Por ejemplo, es la cuarta vez consecutiva que se presentan las parejas Down del ballet independiente armado y dirigido por Griselda Fernández. Antes no se llamaban "El Cachafaz", porque en el ínterin fueron discontinuados por el Instituto de Rehabilitación al Mogólico (Iram) y debieron seguir por su cuenta. Anoche se lucieron con coreografías de tangos clásicos y de Astor Piazzolla.

Hacia la mitad del show, el periodista Miguel Clariá dio a conocer la nómina de becarios 2009. Es un momento muy esperado, por los beneficiarios y porque cristaliza la finalidad del evento: detectar talentos, premiar voluntades, confiar en la apertura que el arte brinda a personas confinadas por una discapacidad física o mental.

Sin duda, el lucimiento de Jairo y Elvira Ceballos es un reaseguro todavía imprescindible para el Festival de Músicos Especiales. Otro tanto se puede decir de la profesional conducción de Natalia Barraud (anoche) y Rebeca Bortoletto (hoy). Pero disfrutar de consagrados no quita la apreciación de un coro como Voces de Esperanza, conformado por personas operadas de cuerdas vocales que han conseguido desarrollar una voz esofágica.

"Con el tiempo nos hemos sorprendido gratamente, por el apoyo de la comunidad", coinciden Adriana Priotto y Ana María Pinelle, dos voluntarias del Rotary que resignan tiempo libre en pos de un ideal. "Es una tarea ardua, sobre todo desde lo emotivo, porque apuntamos a obtener un resultado bien profesional", agrega Humberto Catania. Junto con Carlos Schultess y Adrián Demaría, el pianista y profesor Catania es miembro "vitalicio" del jurado encargado de seleccionar y orientar a los participantes. "Nos conmueve el ahínco de los familiares, de los maestros de esos artistas incipientes o ignorados, y hasta del personal auxiliar de las instituciones o de vecinos anónimos. Con cuánto fervor los apoyan; cuánto agradecen lo que hacemos por ellos, porque saben que acaso es la única posibilidad de accederlos al mundo ‘normal’".

Fuente La Voz del Interior

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