Acusados de matar a sus tíos y de quemarlos en el rancho

En Cruz del Eje Una historia de sadismo y terror.

Al revisar el interior, removiendo los escombros, se encontraron con restos humanos irreconocibles.

El homicidio de los hermanos Roque Pilar (75) y Valentina Avallay (70) a golpes, y el posterior incendio de su precario rancho, con ellos en su interior, en el intento de borrar las huellas del salvaje hecho, nadie duda se registrará en la crónica policial de esta ciudad como una historia de sadismo y terror.

Por esas indescriptibles muertes, fueron detenidos e imputados de homicidio calificado por la Fiscalía de Instrucción de Cruz del Eje, los hermanos Juan Manuel Bellido (19) y Sergio Gustavo Bellido (23), sobrinos de las víctimas, quienes registran frondosos antecedentes por hechos contra la propiedad.

La trama del patético suceso, comenzó a tejerse el 20 de este mes a primera hora de la noche, cuando un puestero vecino al rancho que habitaban las víctimas, distante cuatro kilómetros del edificio de la Penitenciaría, en la zona rural, observó enormes llamaradas en el precario rancho de los ancianos, ante lo cual aviso a la Policía.

Los efectivos y los bomberos llegaron tarde: la única habitación se había calcinado y su techo derrumbado.

Al revisar el interior, removiendo los escombros, se encontraron con restos humanos irreconocibles.

En primera instancia, se pensó en un lamentable accidente, pero el correr de los días y los primeros datos reveladores de las autopsias de los ancianos marcó otro camino: no se encontró humo en sus pulmones, por lo cual se abrió la investigación policial en la presunción de que podría tratarse de un doble homicidio.

La pesquisa. “Se debe destacar el trabajo del comisario Fabián Luna y el comisario mayor José Fernández, en la rápida investigación y esclarecimiento de este horrible doble homicidio”, señaló a este diario el jefe de la Departamental Cruz del Eje, Mario Nieto.

Una serie de testimonios de vecinos y allegados a las víctimas, que sobrevivían gracias a la caridad de la gente, marcaron el camino hacia los hermanos Bellido, sobrinos de los ancianos.

Los Bellido, con varios antecedentes de hechos contra la propiedad, tuvieron la mala fortuna que un vecino observara en la casa que habitaban un extraño hecho. El día del homicidio, el hombre vio cómo llegaban corriendo y se desvestían en los fondos, quemando sus ropas: esto fue determinante para su detención, además de elementos que se encontraron al momento del allanamiento de su vivienda.

La detención de los hermanos merece un párrafo aparte. Juan Manuel Bellido ensayó una fuga y tomando una filosa pala la descargó sobre la cabeza del comisario Luna, que tuvo la fortuna que el golpe fuera de plano, el sujeto terminó con otra imputación: tentativa de homicidio, en contra del uniformado, que fue llevado al hospital para su curación.

El móvil, pronto se dilucidó. Días antes, los ancianos hermanos Avallay habían cobrado, retroactivamente, una pensión graciable de alrededor de 3 mil pesos, gracias a los buenos oficios del presidente de la comuna de Alto de los Quebrachos, Adriel Aliendro, que se había conmovido por la condición de indigencia en que vivían. Esto les costó la vida y a sus dos sobrinos la libertad
Fuente La Voz del Interior

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