HOMENAJE A LAS MUJERES

Poesía de Maria Soledad Ranzuglia

A mis hermanas mujeres...
En la semana en que se recuerda al principio femenino que regala toda buena mujer que se precia de tal, quiero compartirles a través de las palabras, un sueño de Verdad... Lo que siento es un principio sin final, es lo que traigo en mi Alma primordial...Luego, que vengan los oficios y profesiones a gozar. Con todo Amor. Soledad. (Ir a "leer mas")


          “Pan y Rosas” 

Los sueños de una mujer, cabalgan en la suave línea que asume el horizonte lila de su amanecer… Descalza y con alas, recorre su cuarto de barro y mica,

despabilando la penumbra que la noche ha olvidado recoger. Así, mansa y decidida, busca al sol con su mirada, ella segura está de su presencia,

a la que todo, con ímpetu divino, a su alrededor abarca.

Con su falda de flores de lavanda, abrocha su designio de alondra sin distancia, yendo del patio a la cocina, del campo a la enramada,

del canto al mismo cielo, con la misma suerte de pujanza que ha labrado en frías noches, asumiendo el fulgor que nace dentro de su entraña…

Y ahora, besa las mejillas chiquititas que acaricia con su pecho cuando duermen  las voces que en el día estallan, abriendo las compuertas de sus arcas,

trae un trozo del buen cielo que su voz sólo ofrece a rebanadas… Aroma de duraznos dulces, turrón de leche blanca, bocanadas de murmullos esparcidos

entre nardos florecidos al descuido de la helada, inauguran simplemente la lozana y fiel costumbre de alimentar la fresca estancia…

 

 

En la puerta, un pico y una pala, dicen que él ha vuelto…

De los llanos sólo queda una amplia mansedumbre componiendo

el juego de miradas; “ha traído el sol a nuestra casa”, piensa, mientras lo ve bañarse muy cerca del antiguo pozo de las aguas …
Aún más cerca lo recordará esa noche, bajo el íntimo telón de un otoño en danza.

 

En la siesta, ella sueña despierta con la menta y la huella del arroyo que sus pies seguirán como niño con la luna en la ventana…

Y habrá bautismo y serán collares de mil perlas lo que deje traslucir la corriente vespertina y transparente bajo el agua; y tomará del hondo vientre
una piedra lisa, muy, muy blanca, que sabrá de sus temores por sentir con gran pasión la Vida, que a cada instante felizmente la reclama.

Antes de partir, volverá la piedra al río y sabrá que nunca se despide a quien se ama y otra vez, se elongará algún centímentro en la blusa de su cielo,

en su amplio pecho de flores sin ser vistas, cultivadas.

Detrás de su huella rosa del estío, detrás de su piel de rosa azucarada, marcha un espíritu infinito, marcha un tendal de amores sin distancias,

y un gran sueño de mujer:

Amar desde su Don, siendo su cuerpo, el amplio territorio de siembra y de templanza, de lluvia y de cosecha, de ardores y lavandas y descansar

frente al inmenso valle, con la frente esparcida de sonrisas que sus manos tímidas en el día, por rubores, callan…

Es hora de dormir, sigilosa y pensativa, recorre el paso hacia el cuarto de su hombre que la espera como el ave al alba y recuerda con pasión,

el Destino magistral que sólo sabe del fluir…

Al igual, que su piedra blanca.
 

                               María Soledad Ranzuglia,  La Cumbre
 

 *En el año 1908, un 8 de Marzo, quince mil mujeres en su mayoría obreras textiles, marcharon por las calles de Nueva York,

bajo el grito de “Pan y Rosas”, reclamando así sus derechos laborales y la valoración de su condición femenina como trabajadoras.

Muchas donaron sus vidas para que hoy, en el año 2012, dejemos de divulgarnos poderosas y ejerzamos nuestra íntima condición

de preguntarnos en verdad: ¿Qué será ser una mujer mitad pan, mitad rosa? ... Hermosa oportunidad para nosotras, hijas, nietas, madres, alondras.

 

1416 lecturas

  1. no hay comentarios para esta noticia ...